Todos los lunes voy al mismo bar. El camarero ya sabe lo que tomo, sabe también que no busco conversación y creo que lo agradece. Me tomo la misma copa de todos los lunes, despacio, mirando hacia la calle, dejando que pase el tiempo hasta que llegue la hora de ir a dormir. Como todos los lunes me hago nuevas preguntas que, en el fondo, siempre son la misma. El resto de la semana juego a vivir como si desconociera la respuesta.
Aunque quizá…
1 Comments:
ay, pillina, que la sabes..suelta!
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