Hay cuatro rosas en tu honor
Lo malo de afilar los cuchillos es que acabas cortándote y la sangre, muy roja, empieza a deslizarse por el dedo y hay que buscar pronto una venda y esparadrapo y apretarlo fuerte para que la mancha roja deje de crecer. Luego llega el dolor, y la torpeza, y ese inevitable cuidado al hacer cualquier gesto.
6 Comments:
La edad enseña que, al afilar el cuchillo, hay que ser extremadamente cuidados@ para no cortarse, midiendo cada movimiento con precisión quirúrgica.
Anticipándose y preveyendo... sabiendo que los cortes duelen durante semanas...
Cosas de la edad...
Me parece que son peores los cortes con cuchillos poco afilados, el corte es menos limpio.
sparkling, "cosas de la edad" me recuerda a una canción de los ochenta.
Un descuido no se puede anticipar porque si no no sería tal. Cuando la sangre brota nos recuerda lo pequeños que somos. Y es bueno no olvidarlo.
shichimi, este no tiene un aspecto bonito pero debe estar ya cicatrizando porque me pica,a lo mejor en unos días puedo volver a teclear con normalidad.
¿Aún no ha cicatrizado? ¿todavía no puedes teclear con normalidad? vaya... lo siento...
Gracias por tu comentario.
Una herida es incómoda, pero también te recuerda que eres. Va, mejor sin heridas, pero sin olvido.
sparkling, creo que ya está casi cerrado pero aún me queda el cambio de piel. Tu blog no deja poner nombre o yo no sé hacerlo. Ya veré la próxima vez.
Pilar, ¿qué seríamos sin memoria? Yo creo que no debemos olvidar pero también hay que saber cómo recordar.
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