18 septiembre 2006

DPV

Hace una semana que no sé nada de ti. Y me pregunto por qué no te llamo, por qué no descuelgo el teléfono, o te envío un mensaje o te escribo un mail. Todo tan fácil... Pero quizá yo sea demasiado complicada, o demasiado tonta.

Por las mañanas, en el tren, medio dormida, pienso en ella que ya lleva algunas horas despierta e intento imaginar como será ese paisaje que le rodea. Mientras, el sol va saliendo y mis ojos se quejan, hay que despertar del todo, volver a la realidad, inventar alguna ilusión para ese día que me espera.

Esta noche podría ir a anillar pájaros pero tuve que decir que no: mañana también hay que levantarse temprano. Otra vez la noria de los días. Y vuelvo a recordar aquel poema de León Felipe:
"No es lo que me trae cansado
este camino de ahora..."

Supongo que esto es lo que los psicólogos llaman depresión post vacacional. A mi alrededor todo el mundo repite ¿quién se acuerda ya de las vacaciones?. Yo me acuerdo, yo todavía me acuerdo, (y el mío debe de ser un caso clarísimo de falta de recursos para la adaptación al medio).

"No cansa una vuelta sola"

Un día de estos te escribo. De veras.

1 Comments:

At 29/9/06 2:43 a. m., Blogger Pilar M Clares said...

Ojalá no las olvides durante mucho tiempo. Ese trozo de memoria es tu lugar secreto. Besicos.

 

Publicar un comentario

<< Home

Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

  • ecoestadistica.com