...soñé
Llovía a cantaros en Madrid cuando desperté aquella mañana.
Hacía meses que no veía llover, apenas una tarde cayeron unos pocos goterones. Luego se abrió un enorme arcoiris que ocupó todo el cielo.
Agosto y frío en Madrid, me pareció un extraño viaje.
A fin de cuentas habíamos llegado cruzando cráteres de volcanes dormidos hace miles de millones de años, parando a repostar en gasolineras perdidas entre campos oscuros donde sólo se oía el silencio.
También llovía en Londres esa madrugada cuando a través de los cristales del tren sólo veía una oscuridad salpicada de luces y gotas.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home